
VII Domingo de Pascua. Solemnidad de la Ascensión del Señor.
junio 1
Mientras los bendecía, fue llevado hacia el cielo. (Jn 24, 46-53)
Jesús resucitado dice a sus discípulos que recibirán la fuerza del
Espíritu Santo para ser sus testigos hasta los confines del mundo.
Él es nuestra esperanza en medio de su Iglesia de la que es
cabeza y sacerdote eterno que intercede por nosotros. De esta
manera, la Palabra de Dios proclamada este día nos muestra la
gran verdad de la fe: Jesús, el Verbo de Dios hecho humanidad
como la nuestra para redimirla, ha llegado a la consumación
de su misión, la gloria junto al Padre. Allí permanecerá hasta la
consumación final de los tiempos. La gran obra de Dios a través
de Jesús ha comenzado, es un ya, pero todavía no..