
Ayer vivimos un día lleno de emoción y gratitud, al reunirnos como comunidad para rendir homenaje a una persona profundamente querida y admirada: nuestro entrañable D. Juan.
Con motivo de su 100 cumpleaños, celebramos no solo su vida, sino también su legado, tras más de cuatro décadas de entrega generosa a su ministerio pastoral en nuestra parroquia. Su presencia ha sido faro de fe, consuelo y sabiduría para generaciones enteras.
El acto, presidido por el obispo auxiliar D. Ramón Valdivia, estuvo colmado de recuerdos, palabras sentidas y gestos de cariño. Nuestra parroquia se llenó de familiares, amigos y vecinos que quisieron acompañar a D. Juan en este momento tan especial, compartiendo con él la alegría de una vida plena y luminosa.
Adjuntamos algunas fotos que capturan la esencia de este emotivo encuentro, en el que celebramos con alegría y admiración los 100 años de nuestro querido D. Juan.