
VIII Domingo del tiempo ordinario
marzo 2
De lo que rebosa el corazón habla la boca. (Lc 6, 39-45.)
Nuestras palabras dicen lo que llevamos en el corazón, incluso
si guardamos silencio. Comunicamos lo que somos y vivimos,
lo que razonamos, lo que anhelamos y esperamos, es lo mejor
que tenemos. Jesús muestra en sus palabras el verdadero espíritu
de la vida cristiana: de dentro hacia fuera. Por eso, tratamos de
seguir su ejemplo, porque ilumina nuestra verdadera imagen humana
como hijos de Dios. El corazón en sentido bíblico no expresa
solo el sentimiento, sino principalmente razón y decisión.
Por eso, del corazón sale el bien que buscamos y procuramos
hacer, y también del corazón surge lo malo..